Las nubes cubrían el cielo de Barcelona bajo una inminente amenaza de lluvia: el ambiente perfecto para escuchar el pop suave y dulzón de Ricardo Vicente, pensé. No podría estar más equivocada, pero vayamos por pasos.
La noche en la Sidecar la abrió Xavier Calvet, cantante y guitarrista de Bullitt, un cuarteto de indie rock oriundo de Sant Feliu de Guíxols (Girona), que venía a presentar su nuevo disco en solitario. Con un estilo completamente contrario al de su banda de procedencia, Calvet nos encandiló en este pequeño formato, con su guitarra acústica y ritmos pop. Terminó su actuación versionando a su propia banda, con un precioso acústico de “Lucky”.
Después de la calma, entró Ricardo Vicente con su banda… y se desató la tormenta. Concretamente el huracán de las “Maracas de Fuego”, y es que es así como ha bautizado esta gira de presentación de Hotel Florida (Cydonia Records, 2015).
Arrancaron con “Muriendo de Frío” de su último trabajo, y la enlazaron con “Notre Dame”, de su época con Francisco Nixon. Con dos canciones ya supe que de pop suave, esa noche, poco: dos guitarras eléctricas, un bajo y una batería fueron suficientes para transformar por completo el estilo de Vicente y hacer sus canciones bailables. Sí, sí, lees bien, bailables, tanto para los que estábamos en la pista como los que estaban sobre el escenario.
El mérito no es de los instrumentos, sino más bien de los músicos: Nahúm García a la guitarra, Guillermo García al bajo y Enrique Moreno a la batería, la Maracas de Fuego Band como les llama Ricardo Vicente, aportaron todo su talento, que no es poco, para dar el sonido más bello de todos a las canciones del zaragozano.
Con un público entregado desde el minuto cero, el setlist lo conformaron canciones de todos sus trabajos, como “El milagro de Milán” y “El palacio de los gansos” de El Problema de los Tres Cuerpos (Music as usual, 2011), “A Joni Mitchell con todo mi amor” y “Henry Darger” de ¿Qué haces tan lejos de casa? (Marxophone, 2013), “Reactor Nº 4” y “Museo Británico” de El Perro es Mío (Siesta, 2009) de Francisco Nixon. Así mismo, presentó todas las canciones de Hotel Florida, excepto “Rwanda”.
El bis lo conformaron “Todos tus caballos de carreras” y “Belleza y tiempo”, que dieron un final redondo a una noche redonda.
Aunque la iluminación de la sala era mejorable, el sonido estuvo a la altura de las circunstancias, y permitió al público disfrutar de las letras profundas marinadas con buenos guitarrazos y sonidos electrizantes. Eso sí, el escenario les quedó pequeño: más que por no poder mover las caderas más holgadamente, que también, por talento y simpatía. ¡Qué grandes son!
Fotografías: Carlota Figueras